Álex Palou llegaba a la clasificación de las 500 Millas de Indianápolis con el cartel de favorito. Dominó los entrenamientos durante toda la semana y firmó la mejor velocidad el sábado. Todo hacía pensar que repetiría la hazaña de 2023 y lograría de nuevo la pole position. Pero el domingo, en el momento clave del Fast 6, su rendimiento no estuvo a la altura esperada y terminó clasificándose en la sexta posición.
El piloto español del equipo Ganassi saldrá desde la segunda fila el próximo domingo 25 de mayo. Aunque su posición no es tan destacada como se esperaba, sigue siendo privilegiada para luchar por una victoria histórica y romper la barrera que aún separa al automovilismo español del triunfo en la Indy 500.
Su promedio en el Fast 6 fue de 231.378 millas por hora, con parciales que fueron claramente a la baja: 231.946, 231.921, 231.143 y 230.510. Muy lejos de las velocidades que mostró el sábado, cuando superó las 233 millas por hora. Palou, junto con Félix Rosenqvist, fue uno de los dos pilotos del Fast 6 que no mejoraron sus registros del Fast 12. Incluso su compañero de equipo, Scott Dixon, también sufrió una notable caída de rendimiento y terminó quinto, compartiendo fila con el español.
Robert Shwartzman firma una pole histórica
La gran sorpresa de la jornada la protagonizó Robert Shwartzman. El piloto israelí, debutante en la Indy 500 y representante del también debutante equipo Prema, firmó una clasificación histórica: se convirtió en el primer ‘rookie’ desde 1983 en lograr la pole position en Indianápolis.
“Es un sueño, no sé ni qué decir. El coche era increíble, Prema ha hecho un trabajo tremendo”, declaró Shwartzman visiblemente emocionado. Su hazaña cobra aún más valor teniendo en cuenta que se perdió por completo la primera jornada de prácticas por problemas mecánicos.
El joven piloto compartirá la primera fila con el veterano Takuma Sato, que buscará su tercera victoria en la Indy 500, y con Pato O’Ward, quien se estrena en la primera fila de salida en esta legendaria prueba. Por su parte, Rosenqvist —al igual que Palou— no logró mejorar sus números del Fast 12 y partirá quinto con el equipo Meyer Shank.
Todo está listo para una edición de las 500 Millas de Indianápolis que se presenta más abierta que nunca, con una mezcla explosiva de juventud, experiencia y sorpresas. Álex Palou no saldrá desde la pole, pero sigue siendo uno de los grandes candidatos a hacer historia para el automovilismo español.